De acuerdo al Banco Mundial, la República Dominicana ha sido una de las economías que ha tenido un alto crecimiento económico en Latinoamérica. A pesar de que la economía creció en un 7% en el año 2014 con desempeño favorable, la pobreza hoy en día es más alta que en el año 2000.
De acuerdo con los indicadores del Doing Business 2014, la República Dominicana junto a Jamaica y Trinidad y Tobago estuvieron entre los países que implementaron en Latinoamérica haciendo más fácil para los empresarios locales el hacer negocios.
La República Dominicana es un país con 10.5 millones de habitantes, con un nivel de ingreso mediano alto y con un US$ 63.97 Mil Millones en su producto interno bruto (PIB) del año 2014.
Aunque la deuda externa va en aumento, el país ha mejorado su calificación crediticia en los últimos años. Lo que representa mejor estabilidad y garantía para invertir en la República Dominicana.
La agencia calificadora de riesgos, Standard & Poor (S&P), la califica el país en la categoría BB- para este año 2015, y la otra calificadora de riesgo, Fitch, la califica en B+.
Es importante tomar en cuenta que la mejor calificación (A) representa solvencia y capacidad de pago, mientras que la peor calificación (D) de imposible cobro.
Tomando en cuenta esta calificación, la República Dominicana ha pasado de la calificación CC en el año 2004, B para el 2005 y B+ para el 2006, hasta llegar BB- para el 2015, lo que representa mejor posición de solvencia y mejor clima de inversión nacional y extranjera.
Una obligación calificada BB es menos vulnerable al no pago de otras emisiones. Sin embargo, enfrenta mayores incertidumbres o exposición a condiciones adversas de negocios, financieras o económicas que puedan llevar al emisor a incumplir con sus obligaciones.
Los países que tienen la mejor calificación de AAA son: Alemania, Reino Unido, Australia, Canadá, Suiza, Dinamarca, Luxemburgo, Noruega, Suecia y Singapur.
Las calificaciones Estándar & Poor son opiniones sobre el riego crediticio y la capacidad de una empresa, estado o gobierno para cumplir en tiempo y forma con sus obligaciones financieras y evalúa factores como la garantía y la subordinación.
La economía del país ha crecido y a la vez ha cambiado, antes era más agrícola, ahora es más servicios, como turismo, remesas y telecomunicaciones. Sin embargo, la aplicación de la reforma fiscal del 2012 que contempla un aumento de los ingresos para amortiguar el déficit fiscal afecta cada vez a las personas y los pequeños negocios.
El objetivo de la reforma fiscal era generar un incremento estable en la presión tributaria equivalente a un 2%-2.5% del PIB (la presión tributaria para el 2011 fue de un 13.2% del PIB) a través del aumento de la tarifa impositiva (el ITBIS) de un 16% a un 18%; la aplicación de un 10% al Impuesto sobre la Renta de dividendos, intereses para las personas físicas; eliminando la deducción de gastos educativos; Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria de un 1% por persona a propiedades valoradas en más de RD$5 millones; aumento del impuesto a la transferencia inmobiliaria de un 3% a un 4.5%; aumento a la primera matriculación del vehículo de un 17% del valor más un recargo por emisión de CO2 por kilómetro, y, finalmente, aumentando el impuesto selectivo al consumo de bebidas alcohólicas (de un 7.5% a un 15% en tres años) y al tabaco.
Si aumenta el producto interno bruto (PIB), la inflación se mantiene por debajo del 5%, la tasa de interés, el desempleo y el dólar se mantiene estable, es buena señal para decir que la economía dominicana va en crecimiento.
Eladio Frías
El autor es presidente de la firma de consultoría: REPSAP INTERNANATIONAL, SRL empresa de consultoría, asesoría y capacitación empresarial. 809-583-7254, www.repsapinternational.com, repsapinternational @gmail.com