Estudios demuestran que las empresas familiares son más exitosas y más rentables que las empresas formadas por accionistas independientes. Las pequeñas y medianas empresas familiares representan entre un 80 a 90% de los negocios y 50% del Producto Interno Bruto (PIB) en América Latina y el Caribe.
En el mismo sentido, 70% desaparecen en tránsito de la primera a la segunda generación, 30% sobreviven durante la segunda generación y apenas entre un 10 a un 15% se mantienen unidas en la tercera generación.
Una empresa familiar está formada por un grupo de personas unidas por un legado, un origen común, un deseo, una voluntad y continuidad que se manifiesta en la transmisión de la empresa y su cultura a través de generación en generación.
Aunque usted no lo crea, las empresas familiares son más complejas que las tradicionales. En este tipo de empresa de manejan muchas emociones que si no son tratada a tiempo, es muy probable que desaparezca a medida que pasa el tiempo.
A nivel nacional e internacional, hemos visto como grandes empresas que fueron fundadas con mucho esfuerzo y trabajo por su fundador son vendidas o traspasadas a otras personas.
Pero, dónde queda la visión del fundador, cuál es el legado que ha dejado a su familia, quién será el próximo sucesor, cómo manejar los conflictos familiares, cómo preparar la próxima generación y cómo ser más rentable sin perder la armonía.
Las tres razones fundamentales por la que desaparecen las empresas familiares están: el estilo de los fundadores, el retraso de la sucesión y el mal manejo de los conflictos.
Cuando la empresa familiar está bien organizada y se sigue la visión del fundador será más competitiva, cada uno de los familiares se sentirá más comprometido y se mantendrá mejor armonía familiar.
La planificación de la sucesión es considerada como el elemento estratégico más importante en el desarrollo de la empresa familiar. El fundador que llega a una edad avanzada con su empresa en pleno éxito pero no es transmito a sus hijos de manera correcta tiende a desaparecer en el tiempo.
De la buena preparación de los sucesores depende el éxito y la continuidad de la empresa familiar. La elección del sucesor debe estar precedida por un análisis estratégico orientado a marcar el rumbo de la empresa.
Investigaciones realizadas demuestran que un alto porcentaje de la desaparición de las empresas familiares están: la dificultad de sustituir al líder familiar, falta de intereses comunes entre los familiares y los problemas de armonía familiar.
Otros de los grandes problemas que se presentan en las empresas familiares es la rivalidad entre hermanos que si no son manejadas a tiempo una vez fallecido el fundador tienen grandes probabilidades de venderla o pasarla a otras personas.
Se dice que la primera generación crea la empresa (Abuelo), la segunda la consolida (Padre) y la tercera generación (Hijo) se deshace de la empresa.
Esto demuestra la razón por la cual las empresas familiares desaparecen y no pueden mantenerse en el tiempo.
En algunos casos se recomienda que los hijos trabajen en otras empresas antes de trabajar en la empresa familiar, esto le da mayor compromiso y responsabilidad cuando maneje los intereses de la familia.
De igual modo, el éxito de una empresa familiar dependerá de la visión, compromiso, responsabilidad, planificación y manejo correcto de los conflictos que se puedan presentar ahora y en el futuro, tanto en la familia como en la empresa.
Si usted siente que su empresa familiar podría enfrentar estos problemas en el futuro es momento de organizarse y preparar a las futuras generaciones.
Eladio Frías
El autor es asesor de la empresa de consultoría y capacitación REPSAP International, SRL. 809-583-7254, Santiago y todo el Cibao. www.repsapinternational.com, [email protected]