Podemos decir que muchos de los problemas que afectan las empresas comienzan con los propietarios de negocios. Son ellos los responsable de hacer que su empresa funcione delegando autoridad en su equipo de trabajo.
Si algo anda mal en la empresa es responsabilidad del dueño, los empleados cambian de trabajo o son despedidos de la empresa. Así que el único perjudicado si las cosas salen mal, es el propietario.
Cada día me sorprende la gran cantidad de personas, que existe en nuestro país, con la capacidad para trabajar en las empresas haciendo operaciones de calidad y satisfaciendo las necesidades del mercado.
Un empleado cuando adquiere experiencia y acumula mucho tiempo en la empresa, si es emprendedora, sueña con algún día iniciar su propio negocio.
Muchos emprendedores quieren iniciar su pequeña empresa, pero muy pocos logran desarrollar el negocio por falta de planificación y de control.
Además deben asumir y cumplir con todos los requisitos legales, gubernamentales y comerciales exigidos por ley.
Muchos de estos pequeños negocios, que inician con mucha dificultad, no quiebran por asuntos operativos o por desconocimiento de lo que hacen, quiebran por la falta de administración y supervisión en el negocio.
Una persona que toda la vida trabajó haciendo pan, decide iniciar una pequeña panadería, sus clientes lo buscaran por la buena calidad del producto, sin embargo una mala administración hace que el negocio quiebre en el corto plazo.
Cuando se inicia el negocio el propietario lleva el control de todo: compra, vende, cobra, visita a los clientes, hace la función de mensajero y todo lo que necesite la empresa. Pero, una vez que el negocio crece debe ir delegando funciones en su equipo de trabajo y empoderando a su gente para que haga un trabajo de calidad.
Cuando su empresa es grande usted debe confiar en su equipo y dejar que ellos hagan su trabajo. Usted debe enfocarse en planificar a largo plazo, supervisar, fijar controles, tomar decisiones y ver los resultados del negocio.
Establezca objetivos alcanzables y comprometa a su equipo de trabajo al logro de estas metas. Haga su presupuesto, estandarice los procesos, enfóquese en las ventas, haga todo con calidad y capacite su personal continuamente.
Otros de los grandes problemas que tienen las empresas hoy en día, es la informalidad y la poca profesionalización de cómo hacen las cosas. No cuentan con políticas, manuales de procedimientos, no se reúnen para analizar estrategias, tomar decisiones y no cuentan con un plan de trabajo que todos conozcan.
Es muy común ver en las empresas la falta de un organigrama, que muestre la jerarquía y posición de cada empleado. A veces los empleados no saben a quién dirigirse y creen que el único jefe es el dueño.
Algunas empresas cometen graves errores al contratar un empleado, esto ocurre porque no cuentan con descripción y perfil para el puesto.
Contratando muchas veces a personas sin las competencias y actitudes requeridas para el buen desempeño en la empresa.
La descripción de puesto debe ser entregada al empleado para que conozca sus funciones y responsabilidades. Una persona que conozca sus responsabilidades hará un mejor trabajo y se sentirá más motivado al saber que su desempeño se evaluara con su descripción de puesto.
Un manual de inducción es importante, cada empleado debe conocer las políticas, reglas y normas de la empresa. Cada persona debe conocer su horario, uso de carnet, uniformes, días no laborables, vacaciones, etc.
Si usted es un experto en lo que hace su empresa y ve que las cosas no marchan bien se debe a la mala administración, falta de supervisión y de controles del negocio.
Eladio Frías
El autor es asesor de la empresa de consultoría y capacitación REPSAP International, SRL. 809-583-7254, Santiago y todo el Cibao. www.repsapinternational.com, [email protected]
