Los empresarios enfrentan tres interrogantes importantes al evaluar sus negocios: ¿Cuál es la situación actual de la empresa? ¿Hacia dónde necesita dirigirse? ¿Cómo debe llegar?
La respuesta la encontramos en las estrategias que implementamos y que funcionan cada día para mantener una ventaja competitiva en el mercado.
Una buena estrategia consiste en elaborar y ejecutar un plan de acción para hacer crecer su empresa, atraer y satisfacer a los clientes, competir con éxito y alcanzar los niveles deseados de desempeño organizacional.
Cada propietario de negocio cuenta con libertad para elegir su estrategia, funciona cuando la mayoría de compradores prefiere sus productos o servicios.
Debemos estar preparados para cambiar la estrategia cuando no está funcionando, siempre atento a la competencia, a las exigencias y tendencia futura del mercado.
El proceso estratégico inicia cuando definimos la visión de la empresa a largo plazo, establecemos los objetivos, diseñamos la estrategia para alcanzar los objetivos, la ejecutamos y por último evaluamos su progreso y desempeño.
La alta gerencia es responsable de diseñar la estrategia, tienen la iniciativa y deben comunicar y apoyar a los encargados departamentales para que se logren los objetivos programados.
Si la empresa experimenta un deterioro en su posición del mercado o fallas de desempeño, los gerentes están obligados a descubrir las causas, es de esperarse que una compañía modifique su visión estratégica, dirección, objetivos y estrategia en el tiempo.
El tipo de estrategia va a depender de la cantidad de compradores, empresas del mismo sector, cambios tecnológicos, tamaño del mercado, tasa de crecimiento anual y las condiciones de la oferta y demanda.
Un buen estratega se apoya en sus fortalezas, reconoce sus debilidades, aprovecha las oportunidades y se defiende de las amenazas.
Te mando un fuerte abrazo y seguimos en contacto!
Eladio Frías